Ramón Bilbao – Historia e innovación.
En el Siglo XIX la familia Bilbao y Murga comercializaba los vinos Ramón Bilbao (que recibía el nombre de su progenitor) y viña Turzaballa. Sin embargo, hasta 1924 se constituyó la bodega como tal.
El siguiente gran hito de la bodega tiene lugar en 1972. Las bodegas se mudan al lugar que ocupan hoy, también en Haro, pero con unas instalaciones y espacio mucho mayores.
En 1991 la empresa familiar Diego Zamora S.A., un importante grupo de bebidas, adquiere la bodega. Diego Zamora S.A. sigue siendo la actual propietaria de la bodega.
La ubicación de la bodega en Haro no es casual. La vinculación de Haro con el vino está documentada al menos desde el año 1187 en unos fueros otorgados por Alfonso VIII. En 1669 hay censadas 116 bodegas en Haro, 65 cuevas y un total de 43.000 cántaras, que pasarán a ser 167.000 allá por el año 1805.
El desarrollo de Haro, en la segunda mitad del Siglo XIX, está totalmente vinculada a la actividad vinícola y es parte importante de la historia de Rioja y España como atestiguan estas dos pinceladas. El tendido eléctrico llegó a Haro en 1891 y en 1892 se instauró una sucursal del Banco de España.
Ramón Bilbao es una bodega, como vemos, en una ciudad de bodegas. Muchas de las bodegas que pueblan la historia de Haro fueron desapareciendo con el tiempo, pero otras, como el caso de Ramón Bilbao, han construido con el paso de los años una gran reputación y una marca que es referencia de calidad.
Presente
Podemos decir que el cuido del trabajo en la viña es el que explica en gran medida lo que es Ramón Bilbao actualmente. En la bodega se entiende que su labor es conservar en el producto final, el vino, lo mejor que ofrece la naturaleza. En Ramón Bilbao se pone un gran esfuerzo en el control y seguimiento de los diferentes viñedos que la bodega tiene, así como también en el trabajo de los viticultores que trabajan para ofrecer su uva a la bodega. Este seguimiento permite realizar vendimias en los momentos adecuados dependiendo de la maduración en cada viñedo.
El producto que aporta la naturaleza en los viñedos se selecciona en bodega con el uso de tecnología de última generación, como la selección óptica de la uva grano a grano o la renovación constante del parque de barricas o la reforma integral que se ha llevado a cabo en la bodega recientemente como parte de su plan estratégico.
Cada vino de la marca presenta una personalidad diferenciada, apta para momentos de consumo distintos o para presupuestos diferentes
Los vinos
Ramón Bilbao crianza es un 100% tempranillo y un vino muy versátil.
El Ramón Bilbao Reserva es un vino pensado para que su apertura se produzca pasados algunos años.
Ramón Bilbao Gran Reserva permanece 30 meses en barrica. Este vino nos permite descubrir el “valor del tiempo” al descorcharlo.
Ramón Bilbao Edición limitada nos muestra un 100% Tempranillo con un carácter moderno pero que resulta fácil de entender.
Ramón Bilbao Viñedos de Altura un vino singular, coupage al 50% de Tempranillo y Garnacha.
Mirto. Un vino “todo corazón”, elaborado con 100% Tempranillo de cepas de más de 70 años, un vino en el que se cuida hasta el más mínimo detalle.
La definición de clásicos renovados podría ser igualmente válida para los Reserva y Gran Reserva de la casa, si bien en estos casos
La bodega
En la visita a las bodegas de Ramon Bilbao, se descubre de una forma más evidente la filosofía de la marca y sus vinos. La bodega Ramón Bilbao ha sido elegida por Verema en 2017 como la bodega con mejor trayectoria. También ha sido elegida por el IWSC como mejor bodega española.
En la visita se recorren las instalaciones de la bodega, que han sido remodeladas pensando no sólo en facilitar la mejora de la elaboración de sus vinos, sino también en facilitar la visita a todos los amantes del vino y de la marca.
